Fray Carlos Trovarelli es argentino. Fue designado recientemente como Ministro General de los Franciscanos conventuales y sucesor número 120 de San Francisco. Conversó con TEAMA sobre sus sensaciones, cómo es un día habitual en su vida, sus objetivos al frente de la orden, lo que significa tener a San Francisco como modelo, la Iglesia y los jóvenes, a quienes ve como «damnificados» por el sistema materialista, consumista e individualista. «Ellos no eligirían estas cosas», aseguró.
Fray Carlos nació en la ciudad de Cinco Saltos (Río Negro, Argentina). Durante su infancia vivida en Alto Valle rionegrino no imaginó que cincuenta (y tantos) años más tarde ocuparía ese lugar que Dios le reservó a unos pocos en la historia, ser sucesor de San Francisco de Asís, nada menos. Aunque seguramente sí, su niñez, ya mostraba los primeros brotes de un semilla que ya había germinado en su corazón: la de la paz y la sencillez, dos valores que traspasan cualquier medio y se perciben claramente durante el diálogo que mantuvo con TEAMA Radio.
La emoción de su designación
La designación fue como Ministro General de los Hermanos Menores Conventuales. A esta designación acompaña el título de sucesor de San Francisco de Asís. Según explicó el propio Fray Carlos «los hermanos eligen en una asamblea electiva cada 6 años en la Basílica de San Francisco en Asís con voto directo en un papel, donde cada uno escribe un nombre». «Los electores –dijo– son los superiores de cada jurisdicción, un poco más de 100″.
Respecto de su sensación al resultar elegido, Trovarelli reconoció que «fue de una gran emoción, algo increíble. También un gran honor. También una sensación de indignidad, de ser poca cosa. Pero bueno, emoción y alegría era lo que más estaba presente en mi corazón y mi ser», expresó.
El sucesor de San Francisco de Asís detalló cómo es un día habitual en su vida: «Es como la de todos los frailes: la oración matutina, me gusta levantarme temprano para meditar y rezar tranquilo y ofrecer el día, presentar las situaciones y las personas. Luego la oración común, las horas de trabajo: escuchar a los hermanos, recibirlos, responder cartas, decidir sobre situaciones y actividades del equipo de Gobierno». Agregó que «la lectura», la «actualización personal», las «noticias», el «tiempo de meditación» y las «comidas», lógicamente, forman parte también de su cotidianidad. «Participo en muchas reuniones«, continuó. «Como superior me encuentro con los demás superiores y visito distintas juridiciones en el mundo, acompañando reuniones y asambleas en cada país«.
Sus objetivos como sucesor de San Francisco
El franciscano aseguró que al terminar su mandato le gustaría haber cumplido con los objetivos que se están definiendo por estos días en la asamblea. «Nos reunimos cada 6 años y ‘reinventamos nuestra vida’, en el sentido que volvemos a programar todo». Contó además que eligen «algunas prioridades donde redactamos el proyecto sexenal de la orden, que tiene que ver con nuestra vida interna pero también con el modo en el que vivimos y los nuevos desafíos en el mundo, como por ejemplo nuestro lugar frente al mundo digital o la ecología. Quisiera cumplir con estas mociones del mejor modo posible» deseó.
¿Cómo actuaría San Francisco hoy?
«Los desafíos que San Francisco tenía hace 800 años son más que vigentes, son los mismos del ser humano, de la historia» sentenció Trovarelli. «No por nada el Papa eligió ahora el nombre de Francisco», subrayó.
En este sentido, el Fraile fundamentó que «el evangelio de Jesús que encarnó San Francisco de un modo tan literal, sigue siendo una buena noticia, sigue siendo una propuesta de vida, de pensamiento de acción, un postura ante el mundo. Por ejemplo el sentido de la fraternidad universal que Francisco la entendía, no como una idelología, sino un modo de creer que Dios es padre y nosotros somos hermanos, algo que nos olvidamos tan fácilmente nosotros como personas, pero también como pueblo y como naciones».
Fray Carlos reconoció que la situación «se complejizó». Dijo que los dasafìos son los mismos, pero «las sutilizas son más grandes».«En el mundo digital, cibernético, los que antes eran enemigos palpables hoy son mas sutiles» ejemplificó.
¿Es más difícil tener hoy a San Francisco como modelo de vida?
Sobre este tema el argentino aseguró que a pesar de que la austeridad, la pobreza espiritual y material parecen valores que se tornan cada vez más difíciles de alcanzar «no es difícil tener a San Francisco como modelo». Dijo que «hay muchísima gente, hombres y mujeres que hacen esta opción y la hacen con gran valentía; gente sencilla, gente de Iglesia, otros que no lo son, pero que lo toman como modelo».
«Elijo la transparencia»
Fray Carlos Trovarelli es el sucesor Nº 120 de ‘el pobre de Asís’. Seguramente sus predecesores, en mayor o menor medida, habrán dado su impronta a la orden durante el tiempo que les tocó suceder al santo. En este aspecto, al momento de elegir qué aportará desde su persona a este rol para el que lo han designado Fray Carlos no dudó: «Elijo la transparencia», aseguró. «San Francisco fue transparente a Dios, a los criterios del Evangelio, que son criterios de vida, de fraternidad, de profunda religiosidad al modo de Jesús, por lo tanto muy humana. Por eso en este mundo competitivo que está ante la hegemonía del mercado, del poder ejercido sobre los humildes, elijo la transparencia de Dios, del verdadero hombre que es Jesús».
Trovarelli asumió que muchas veces se pregunta qué espera el mundo de un franciscano y concluye en que debemos ser «alternativos al mundo en el buen sentido de la palabra, que representemos esa originalidad de Dios que San Francisco la tuvo tan clara». «Ojalá nos podamos asemejar un poquito a él», deseó. Y continuó: «eso podría implicar ser antisitémicos por ejemplo, pero no como ideología, sino porque nos ubicamos desde Dios en ese lugar en el mundo».
«Debemos servir con humildad y creatividad»
Durante la entrevista también se refirió a la labor que le corresponde a un seguidor de San Francisco dentro de la Iglesia. Al respecto indicó que «nos toca, la humildad, el servicio, la misión de modo sencillo, preferentemente en las periferias; el anuncio del Evangelio sin apropiarnos demasiado de las cosas». Agregó que «no se si debemos tener un lugar de vanguardia, creo que debemos servir con humildad y con creatividad, creo que a la Iglesia podemos agregarle creatividad, siempre en obediencia, como San Francisco que fue obediente al Papa y a los obispos».
Los jóvenes
«Veo a los jóvenes damnificados por este sistema materialista, individualista, consumista», reveló. «Yo no creo que ellos elegirían estas cosas, pero las consumen desde que nacen, entonces mas bien sufren las consecuencias de este mundo», expresó.
Al momento de elegir un mensaje para la juventud del mundo les aconsejó que «luchen por ser protagonistas, no ser pasivos frente a este mundo que los quiere fagocitar, que luchen por tener ideales, que luchen por ser protagonistas de su historia y de la historia de lo que les toca vivir». Pidió a los jóvenes que «busquen modelos alternativos, que busquen sobretodo a Jesús, que es el hombre nuevo, que refleja totalmente el proyecto de Dios sobre el mundo y las personas».»Sobretodo -concluyó- luchen y resistan para tener criterios propios, dignos y nobles».
Anunciarles que Jesús es el modelo
Trovarelli subrayó que un modo de ayudar a los jóvenes es siendo «testigos creibles». «Obviamente -dijo- somos débiles, pecadores, pero lo nuestro es ser testigos creíbles porque somos los adultos los que dejamos el mundo a los jóvenes». «También como Iglesia -resaltó- no ‘usarlos’ sino servirlos y obviamente despertar en ellos toda la generosidad de la que son capaces, el servicio, el trabajo, el compromiso, pero sirviéndolos nosotros, ayudándolos a crecer, a ser protagonistas, a abrir horizontes». Por último dijo que a los adultos «nos toca también anunciarles con claridad a Jesucristo, no a medias tintas, porque Jesús es el modelo».
Finalmente Fray Carlos Trovarelli dedicó unas palabras al lugar en el que creció. «Yo nací en Cinco Saltos y me crié allí en el Valle». El fraile envió un saludo «enorme» a su pueblo especialmente, a los rionegrinos y a todos los patagónicos. «Soy muy orgulloso de ser Patagónico, de haberme criado allí, de haber nacido allí y orgulloso también de la Iglesia que peregrina en la Patagonia, que Dios los acompañe y San Francisco los proteja», finalizó.
Fray Carlos Trovarelli
(AICA).- Fray Carlos nació el 21 de junio de 1962 en Cinco Saltos, Río Negro. Tras estudiar tres años Ingeniería Industrial, Ingresó en la Orden Franciscana Conventual como postulante en febrero de 1984, en La Reja, Moreno, en la que luego fue formador, y tras su noviciado cursado en Fray Bentos, Uruguay, hizo su profesión temporal en 1986. Hizo su profesión en perpetua en 1990, y fue ordenado sacerdote en 1995.
En la Argentina, cursó sus estudios de filosofía y teología en el Centro de Estudios de Filosofía y Teología, en el Colegio Máximo de San Miguel, y en el seminario Diocesano de Morón. Su Licenciatura en Teología Obtuvo la Licenciatura en Teología con especialidad en Liturgia Pastoral, otorgado por el Instituto de Liturgia Pastoral de Padua.
En el marco de su labor para los franciscanos, sirvió tanto en la Argentina como en Uruguay, país en el que fue maestro de Novicios y definidor provincial. Ya en Buenos Aires, fue ministro provincial en dos períodos, hasta el 2015.
Desde 2015 era asistente general en el Gobierno de la Orden por la Federación América Latina Conventuales, dentro de la que están comprendidas las provincias, custodias y delegaciones que abarcan Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. +
Luego de su elección como sucesor de San Francisco (Video)