Fuertes, firmes y estables

Hay veces que no entendemos el sentido de ciertas situaciones adversas que se nos atraviesan en lo cotidiano.

Tratamos desde la razón encontrar explicaciones gustosas para conversernos.

A veces son fracasos, otras cosas que no esperábamos, duelos, tristezas y situaciones que no sabemos bien de donde vienen.

Y si Dios nos elige, nos ama y nos lleva tatuados en la palma de su mano debe ser porque tiene grandes sueños para con nosotros.

Y te preguntaste cuáles son las razones por las que uno muchas veces se paraliza o prefiere pintar las cosas del color que más nos gusten con tal de no buscar la transparencia de nuestro ser.

Hay una certeza, y claramente Dios no puede actuar en nosotros sino dejamos sanar las heridas y pecados que tenemos y cargamos desde hace tiempo.

Muchas veces esas son las razones de situaciones que nos van sucediendo, enojos que vamos teniendo por no sanarnos a nosotros mismos desde nuestro interior.

Como si fuera un hermoso pan recién horneado dorado por fuera que a los ojos de otros son perfectos pero sin embargo por dentro esta crudo. ¿Es pan? Sí es pan ¿Se ve lindo? Sí simula estar perfecto  ¿cuándo lo probamos es el pan que soñaba el que lo hizo? No, esta crudo.

Justamente es eso lo que Dios quiere de nosotros, que seamos valientes de aceptar nuestras crudezas y que aunque cueste, volvamos al calor a cocinar nuestras incongruencias para ser ese verdadero pan al que estamos llamados a ser.

La verdad libera, trae paz y aunque cueste enfrentarla y duela, poder estar en calma deja actuar las manos de Dios en nosotros.

Dios quiere sanar las heridas de nuestro corazón para liberarnos y por la maravillosa razón de que podamos amar más y mejor.

En 1 Pedro 5: 10 se nos hace conocer que el Dios de toda GRACIA, que nos ha llamado a su gloria eterna en Cristo, después que hayamos padecido un poco, nos restablecerá, confirmará, nos hará fuertes firmes y estables.

Que más linda convicción de saber que Dios nos sueña personas fuertes, firmes y estables para amar sin límites, sin caretas, sin obstáculos y sin condiciones simplemente siendo nosotros mismos reconociendo nuestras carencias pero dejándonos moldear por él. Y así ser verdaderos panes, sabiendo que nuestras crudezas tienen sanación. 

Un comentario:

  1. Que buen simbolismo el del pan Fer!
    Es así. Dejarnos abrazar por Él. Dejarnos moldear por Él. Confiar plenamente en que es un calorcito que cocina, dora y revierte lo crudo en cocido. Es un Dios que promete y cumple, que no defrauda y acompaña. Es un Dios que nos hace hijos herederos, bendecidos y prosperados. Gracias por compartir esto tan lindo!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *